1/9/10

Oh, dios..

En el Sarmiento (sí, ya sé, siempre hablo del Sarmiento y este blog debería llamarse "Relatos de una pueblerina en el Sarmiento", pero ¡no puedo evitar escribir sobre estas cosas!).
Como decía, en el Sarmiento siempre pasan diferentes personas vendiendo, o pidiendo dinero. Cada uno tiene un discurso diferente aunque en general se copian pequeñas frasecitas como "Sí, señora, señoro", "Para compartir, para gustar en el viaje" o incluso "5 centavos son una fortuna para mí".
Sin embargo hay un tipo que es diferente a todos. Es un tipo que va contando que él solía vender en el tren, pero que luego de enfermarse no pudo hacerlo más, y que por esa razón ahora se dedica a pedir. Hace analogías con una calesita que representa la vida, aunque nunca se le entiende el sentido, porque empieza a decir "y la vida es como una calesita, nosotros estamos arriba de ella, y podemos estudiar. Porque es como una gran vidriera llena de guardapolvos blancos, en la que nosotros miramos a nuestros hijos y nietos. Y en esta calesita estamos todos, entonces imagínese la calesita y a todos sus hijos, nietos, sobrinos. Siempre hay que estudiar"... ¿¿Y la calesita que tiene que ver??
En fin, no critico en mensaje que quiere darnos; estudiar, nunca rendirse ni bajar los brazos, aprender y enfrentar las adversidades. Muy bien, muy lindo, además es un tipo bastante simpático.
Lo malo es que en un punto del discurso dice algo como "porque yo sé que Dios ya ha hecho conmigo todo lo que quería".
Me horrorizo al escuchar esto y luego verlo: el hombre estaba en una silla de ruedas, apenas puede mover los brazos y habla con dificultad. Cuenta que solía ser una persona sin problemas físicos, pero luego de que "Dios hiciera todo lo que quería con él" quedó así.
¡Rayos! No pude más que imaginarme a Dios como una máquina de succionar personas; las mastica y las escupe en silla de ruedas.
¿No sería mejor decir algo como "cumplí todos mis propósitos en la vida", o "Tengo que agradecerle a Dios dejarme ser quien fui y quien soy" o algo más positivo?

Gente, algo que aprendí en el Sarmiento: ojo con Dios, que le agarra la loca y te manda una embolia que te deja vegetal.

5 comentarios:

Laura dijo...

Jajajajajajajjajajja........!!!, Lee Susanita: “Bienaventurados los pobres porque de ellos será el Reino de los Cielos”.
A continuación se imagina sobre una nube, mirando a un lado y a otro a una multitud de personas vestidas con mamelucos y camisetas musculosas, mujeres cargadas de hijos, sucias y desarregladas que conversan entre sí animadamente: el “Cielo de los Pobres”.
En el último cuadrito se la vé llenando de monedas una alcancía.

Ana O'Reilly dijo...

Viste que con el paso de los que piden son los mismos pero van cambiando el discurso? A un par hasta le conocia el horario. Son las 10, viene el de "de chiquito me atropellaron y me dejaron torado blabla" O los que estan al borde de la muerte y cinco anios despues, siguen exactamente igual.

Lo curioso es que la mayoria se cura milagrosamente al pisar el anden en Once. La estacion tendra poderes de sanacion?

Mechicabota dijo...

O la estación o los patys grasosos de esos que venden ahí, siempre se los ve comiendo...

Sil dijo...

ayyy por Dior si hay algo que me molesta es la auto compasión!

Claudio dijo...

Cuando era chico,en la estacion de trenes de Lomas de Zamora,si cambiabas de anden y subias la escalera que te comunicaba con otro,se podia escuchar a alguien cantar:"A CUALQUIERAAA..A CUALQUIERAA LE PUEDE PASARR " .se escuchaba la voz,pero entre la gente no se veia nada,hasta que le pasabas al lado a un tipo que era solo tronco y brazos.Estaba cortado en 2,subido a una especie de skate.El turro,muy alegre,pronosticaba: "A cualquiera..."