25/6/10

Problemas infantiles en época de consumismo

El otro día volvió mi hermana de Estados Unidos por unos días. Yo para llevarles algo fuí a comprar cosas a la bombonería Royal que está sobre la calle Lavalle.
Allí compré una caja de Bon O Bones, 8 paletas para mis 7 sobrinos y una bolsa de caramelos Menta-Chocolate para mí.
Viajando en el tren de vuelta a casa, sube un niño caprichoso. De más está decir que no soporto a los niños, y menos a los caprichosos. Excepto, claro, mis sobrinos a quienes les compré las paletas más grandes que encontré.
El Niño Caprichoso (o NC, como lo llamaré de ahora en adelante) comenzó a lloriquear (vale aclarar que tenía cerca de diez años y hablaba como si tuviera tres) "Aaaaaahhh, me quieo zentar! Me quieo zentar, abuelaaaaaaa, abué.. lááá!! Me duele las pienaz, ayy, ayyy miz pienaz. Ooooy, cómo me duele laz pienaz!!". Yo ni amagué a darle el asiento, se notaba que era puro capricho y no una verdadera necesidad.
"Abuela, zoz una mentidoza! Me dijizte que ibamoz a viajá zentadoz! Zoz una mentidoza! MEN-TI-DO-ZA" y la abuela se reía como si esta muestra de la pobre educación que recibe en su casa y la poca inteligencia de sus padres fuese algo gracioso, como si fuera una "cosa de chicos".
Pasaron 30 minutos y el NC no se callaba. Yo, claro, sumamente irritada.
Entonces se me ocurrió como hacer que se calle.
Saco de la bolsita que tenía en mi mano una de las 8 paletas que tenía para mis tan sólo 7 sobrinos. La levanto de manera que quede al lado de su cara, y se la queda mirando con ojos de deseo.
La guardo en mi bolso.

Saco otra más. El NC mira sorprendido. La guardo en mi bolso.
Saco dos más. El NC no puede creer lo que está viendo.
Las guardo.
Saco tres. Sin perder la vista del NC, la guardo en mi bolso.
Saco la que quedaba, y la guardo también.

El NC se queda mirando, con ojos de corderito degollado. Lo miro. Me ve. Le hago una levísima sonrisa y saco una de las paletas del bolso. El niño se ilusiona.
Le quito una pelusa y la vuelvo a guardar.
El NC se desilusiona.
Vuelvo a buscar algo en el bolso.
El niño se emociona.
Saco la caja gigante de Bon O Bones.
El niño mira atento.
La guardo.
Saco la bolsa de los caramelos.
El niño dice "abuela..."
"¿Sí?" responde ella.
"Vamoz más pada allá", y se alejan de mí.

Dormí una buena siesta después de eso.

1 comentario:

Leviatan dijo...

Che "tia ideal" de los 7 sobrinos que tenes tres son hijos mios y de los ultimos tres solo una recivió su paleta (rota, por cierto)y no puedo decir que los otros dos se quedaron "mirando" como la privilegiada devoraba su paleta, pero seguro se quedaron con ganas