7/1/11

Cantos

Uno cuando es chico cree que canta bien, debe ser porque los padres, hermanos, maestras jardineras y vendedores de seguros nos repiten constantemente que somos excelentes cantantes y que ahora cantemos la canción de la ratita blanca.
La verdad es que los chicos cantan horrible, aún si afinan bien; sus cuerdas vocales tienen la capacidad de destruir tímpanos, martillos y yunques (del oído, y las herramientos también).
Si no están de acuerdo, traten de escuchar esto hasta el final y no vomitar:




¡¡Y SACÓ UN DISCO, UN DISCOOO!! ¿¡Quién es capaz de escuchar un disco de esta cosa horrenda y chillona!?
Lo raro es que casualmente todos mis sobrinos cantan adorablemente...

Pero bueno, esta es una pequeña reflexión mía, que poco tiene que ver con el tema del post.

Estaba pegándome una regia siesta en el tren, cuando de golpe siento sangre que me sale del oído. Pensé que era parte del sueño, pero no; estaba siendo causado por un par de niños que cantaban. Me desperté horrorizada, hasta que me dí cuenta de lo que estaba pasando; habían niñas cantando con su padre, que tocaba la guitarra.
Primero, como estaba dormida, me dieron ganas de revolearles algo. Cuando me desperté un poquito, me resigné a que estaban haciendo (quiera o no) arte, y que no tenía nada de malo. Cuando me desperté del todo, me volvieron las ganas de revolear algo... pero no a los niños y a sus vocecititititas, sino al padre.
Esa repugnante lacra humana estaba llevando a sus hijas de entre 6 y 10 años a cantar a los gritos en los 9 vagones de cada tren, con 32º de temperatura.
Ese hijo de re mil putas estaba explotándolas. Las nenas habían pasado ya por tres vagones, y tenían que seguir por el resto de los vagones, y por otros trenes; cagándose de calor, haciendo equilibrio por el vaivén del tren y pidiendo monedas a la gente, mientras él tocaba el cicus.
Otra cosa que me indignó fue la gente. Las viejas idiotas sonreían y miraban a las niñas, mientras se comentaban entre ellas "¡pero mirá como canta!".
Otros les daban monedas, mientras le sonreían al despreciable progenitor, como diciendole "¡qué bien te salieron las nenas!".






La gente que sonríe y premia estas acciones, es la misma gente que que se divierte con el domador de leones y cree que con M*nem estábamos mejor, porque el razonamiento es el mismo: Pasa A, y A es lindo, así que no me interesa nada más que A, a pesar de que A se logra a través de B, que es algo detestable y terrible.

Asco me dan, asssco.

2 comentarios:

Agustina dijo...

El Chinito? Un horror, ahora me acuerdo que una vez mi tío vino con un CD del pibe ése y nos contó que se lo dió no me acuerdo si Leo Montero porque no lo quería... Igual nunca nadie lo escuchó!!
Y le tenías que revolear algo a ése tipo que, además de explotar a las nenas, te rompía el tímpano!!

Leonel Javier Ciliberto dijo...

Genial como siempre...

Saludos,

Leonel