26/1/12

Como enemistarse con Mechicabota sin saberlo

Volviendo del trabajo muy cansada, procedo a echarme una siesta en el tren. Estaba muy muy cansada, y la siesta me estaba haciendo muy bien.
Cuando de pronto me despierta una canción de folklore.
Pensé que era el vendedor de Mp3, así que lo miré para tratar de que me salieran rayos láser de los ojos y explotarle la cabeza. Pero me sorprendí al ver que era un grupo cantando y tocando las guitarras en vivo.

Eran tan buenos que se me pasó el mal humor y el cansancio, y sólo me quedé allí, escuchándolos, a pesar de que no me gusta el folklore.





Cuando terminaron de cantar sus 3 canciones, comenzaron a pasar la gorra y a ofrecer su CD que salía $10. Como yo no quería el CD, les sonreí y les dí $7. Al irse yo me volví a dormir.

Al otro día, todavía cansada, me duermo una siesta en el Sarmiento. Me despierta una guitarra. Abro los ojos, y veo que el grupo se volvió a subir al tren de esa hora hacia Moreno. Me molestó un poco, porque estaba muy muy cansada. Pero los músicos en los transportes públicos me pueden, así que -sin sonrisa esta vez- aplaudí al final de cada canción, y les dí $5 de gorra.

Dos días después, volviendo para Moreno, me despierta una guitarra. Pienso "naa, no puede ser". Miro, y el grupo se vuelve a presentar igual que hace dos días. Ya no les sonrío, aplaudo ni miro. Pero les doy $2 de gorra.

La semana siguiente, vengo durmiendo y me despierta una guitarra. Los miré para tratar de que los rayos láser le explotaran las cabezas, pero no pude. Traté de quemar sus guitarras con la mente, pero tampoco obtuve resultados satisfactorios. Así que me senté allí, soportando las 3 canciones que ya me aprendí. No les dí nada de gorra.

Ayer venía tratando de dormir en el tren, y me despierta una guitarra.

Todavía fantaseo sobre ellos, teniendo ataques psicóticos mientras tocan en el tren. Que el percusionista se vuelva caníbal de golpe y ataque a los otros. Que el techo del tren se imante, atraiga y destruya a su bafle. Que las puertas del tren se cierren cuando están entrando y los aplasten.

Son mis enemigos, señores folkloristas, y paso mis días entrenando mi mente para hacer telekinesis y mover sus guitarras mientras tocan y tirarlas por la ventana.
Teman, señores guitarristas, teman.

17/1/12

Vacaciones

Durante los días de intenso calor, pude cambiar la calurosa y gris ciudad por el verde y calmado Pueblo.
Pasé mis días con mis tres mejores amigos: Agua Helada, Bikini y Aire Acondicionado.
Pero conforme iban pasando las horas, me veía cada vez más cerca del retorno a la horrorosa Ciudad, con sus piquetes, los asientos de colectivos que se te pegan al cuerpo cuando te sentás, y se despegan con un "sshhhkkkk!!" que te depila la espalda. El radiante calor que sale de la calle, de los edificios y del cielo.

Unos días antes de terminar mis vacaciones, las pesadillas comenzaron a asediarme: Venía el tren, pero tenía sólo dos vagones. La puerta abre justo donde estoy yo, y veo tres asientos vacíos. Trato de entrar, pero no puedo, algo me traba. Lucho con todas mis fuerzas para entrar, pero no hay caso. Veo lentamente como los asientos se ocupan.

Me despierto en un grito ahogado.
Era sólo un sueño... sigo de vacaciones.

Al otro día veo que el único tren está por arrancar. Corro detrás de él, y no lo alcanzo. Me vuelvo loca, pero no me acerco en lo más mínimo. Luego de horas de correr y correr, con el tren en movimiento llego a una de las puertas y logro subirme de un salto. Mientras busco donde acomodarme, el tren atropella a un muchacho suicida y cancelan el tren.

El miedo y la transpiración me despiertan.

Cuando por fin llega el día, me subo al tren normalmente. Me logro sentar. Me dispongo a viajar... ¡¡y me doy cuenta de que van a tomar un exámen para poder viajar y yo no estudié!!

Me despierto.

Y así sigue. Me siento al lado de una vieja que está tan concentrada en su celular, que no se da cuenta de que me golpea todo el tiempo con los codos. Su olor a naftalina penetra en mi cráneo. Llego a la Ciudad y todas las calles están cortadas. Trato de subirme al subte, pero aumentó su precio en un 127% por el mismo servicio de mierda.

Y no, no me desperté. Sigo viva en la pesadilla de La Ciudad.

Y me acabo de dar cuenta de que vine en ropa interior.

2/1/12

Estoy de vacaciones!

Los Beatles también tenían que descansar de ser Beatles


Estaré de vacaciones hasta dentro de dos semanas, cuando dejaré de ser felíz y volveré a subirme al Sarmiento para oler el smog de la ciudad.

Nos vemos entonces.

Felíz año!!